lunes, 25 de julio de 2011

La Biblia, el Quijote y la Guia T




Que gran título ese. Exagerado, pero grande igual. La verdad es que en mi apartamento aqui en Buenos Aires no hay ni una Biblia ni una copia del Quijote... Pero sí hay tres Guias T y vivimos sólo dos personas. Siempre dejamos una para el visitante de turno. Todo aquel que haya venido a visitarme se ha tenido que medio acostumbrar al bendito librito. Pero en esta entrada trataremos de explicarle a todos aquellos que no saben, de que se trata la famosa Guia T.

Oh Guía T, ¿por dónde comenzar? Bueno, lo mejor es describirla como un librito con todos los mapas de la ciudad de Buenos Aires. Pero en realidad es más que eso. Es capaz de responder la eterna pregunta que tanto turistas como no turistas siempre se harán en una ciudad tan monstruosamente grande como esta: "¿cómo demonios llego a tal sitio?". Vayamos al cómo se usa.


La página derecha contiene planos de la ciudad entera dividida en grillas. La izquierda contiene las mismas grillas pero con un listado de los colectivos que pasan por esas calles en particular. Con esto te puedes mover en la ciudad sin mucho problema. Sí, amigo caraqueño, yo se que es difícil de creer. Pero es que tu estás acostumbrado a una ciudad en la que los autobuses no se rigen bajo ninguna ley, se paran donde les da la gana y en la que uno tiene que haber nacido allá para entender las rutas que toman. La primera semana que yo estuve en Buenos Aires casi me arrolla un colectivo por haberme parado con medio cuerpo en la calle pensando que se iba a parar a pesar de estar a una cuadra de la parada oficial. No sólo eso, sino que el colectivero cuando me pasó a un lado me vio con cara regañona de reproche como la que ponía la mamá de uno cuando uno le traía un examen raspado a casa.

Adicionalmente vale acotar que los colectivos son limpios, rara vez se dañan y circulan las 24 horas del día. Son baratos, huelen rico, salvan vidas y ayudan a la paz mundial. Son confiables, agradables a la vista y van igual de bien con vinos tintos que con blancos. Todo eso es el sistema de colectivos de Buenos Aires. Especialmente notable es el factor 24 horas. Cuando vengas a Buenos Aires podrás regresar a las 4 y 30 de la mañana todo borracho y desorientado a donde sea que te estés quedando. Ehm, no es que a mi eso me haya pasado, pero he escuchado cuentos. Sí, eso no suena como una excusa...

El otro tema con lo de los colectivos es lo de las monedas. En una de las primeras entradas en la historia de este blog dejé en evidencia mi descontento con la situación de las monedas. Aquí pueden tener acceso a eso: http://buenosairesinfiltrado.blogspot.com/2009/05/hablemos-un-poco-de-monedas.html . Eso ha cambiado un poco con la instalación de maquinas en los colectivos que funcionan con sólo pasar por su superficie una tarjeta llamada Monedero. Aún existen también las máquinas de monedas para los que disfrutan más bien viajar tipo "old school" pero yo sinceramente espero que muy pronto las monedas queden para lo que siempre han servido: para quedar amontonadas en alguna envasito feo en la mesita de la sala.

Antes de despedirme los invito a dejar sus comentarios en el blog si desean. Sus sugerencias son muy bien aceptadas siempre y cuando sean buenas... No mentira, las malas también. Hablamos pronto.

Pedro, el infiltrado







2 comentarios:

  1. Repetí varias veces Guia "T", mirá lo que pasa: GUIA "T", Guia "T", Guia T, Guia t, guia t, guiat, guiate...Increíble no??? La lengua no deja de sorprender hermano!
    Ah...vale una aclaración: No todas las líneas trabajan las 24 hs pero sí las que hacen recorridos más importantes (por las avenidas sobre todo). Es cierto lo que dices que puedes volver a cualquier horario. Muy cierto. Lo peor que te puede pasar es esperarlo, como mucho, una hora. Y esto se suele dar en la franja que va desde las 0100 hasta las 0500. Pero tienes que tener mucha mala suerte!.
    Aún sorprendido por "guiate"??? jejejeje.

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  2. Definitivamente, uno no puede salir en BsAs sin la fulana Guía T. Ciertamente, Pedro siempre tiene para visitantes, y yo tuve el honor de llamarla mía los días que pasé por allá, aunque sólo me monté en colectivo sola una vez, jejeje. Y no tuve mayores problemas con las monedas porque Pedro, aunque diga que no las comparte, no usa las de menor denominación por considerar que es un fastidio meterlas en la maquinita del ticket, así que en el bowl de su casa había muchas, que yo me propuse utilizar. Pedro, no contaste de los hombres que a veces hay en las paradas con un cinturón super gracioso lleno de monedas, donde también se pueden comprar los tickets.

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