lunes, 10 de diciembre de 2012

Desde Afuera: La recta final



Pues el camino nos trajo aquí, amigos y amigas... A cuatro días de finalizar la campaña de Desde Afuera, hemos recaudado 5105 euros. Increíble, ¿no? Parece que fue ayer que empezamos sin idea alguna del impacto que íbamos a lograr en toda la gente que se ha ido sumando al proyecto, compartiendo no sólo sus donaciones sino sus propias historias, sus comentarios y sus buenos deseos. Creo que me quedo corto expresando la gratitud que siento por todos aquellos que a su propia manera nos han echado una manito. Uno se pone como guaraposo sólo pensándolo...

Peeeeeeeeeero...

Falta.. Poco, pero falta.. 900 euros, para ser más exactos. Como podrán ver en la fotito, nuestro caballo aún está lejos de la meta. Es más, en esta foto que encontré después de una ardua búsqueda de 30 segundos en Google, nuestro caballo parece que incluso va a tener que echarle bastante bola como para alcanzar al que va de primero. Y aquí es donde tú, amigo lector, puedes ayudarnos. Necesitamos de un último empujoncito para lograr los seis mil euros, ya sea con tu donación o con la difusión de nuestra campaña o, la mejor opción posible, con tu donación y la difusión de nuestra campaña. Tres cosas para tomar en cuenta:

- La campaña vence el viernes 14 a la media noche. Así que no quiero excusas como que: "ah, es que yo pensaba que la vaina era hasta el 15" o "chamo, es que la conexión me jodió todo el 14 por la noche y no pude hacer nada".

- El asunto es todo o nada. O sea, o llegamos a los seis mil o no nos llevamos ni medio churupo. 

- La situación ideal es la siguiente: Visitas o le pides al posible mecenas que visite el siguiente link: http://www.verkami.com/projects/3227-documental-desde-afueraAhí reproduces el video. Luego, conmovido por lo mucho que te gustó lo que viste y con ese recuerdo fresco de tu familiar en España o de tu propia experiencia al salir a vivir para Miami, vas a la parte de las donaciones y donas lo que tu corazón te dicte. Yo confío mucho en el video así que me parece que este proceso que acabo de explicar es la receta perfecta que recomendó el doctor. 

Y sas! Estaremos sobre los seis mil euros rapidito. Y ya con eso en el bolsillo podremos prever un 2013 próspero para Desde Afuera y para nuestro nuevo caballo de carrera mascota. 

4 diitas nada más... Uuuuuuuuhhhhhh....

Pedro, el infiltrado

lunes, 5 de noviembre de 2012

Desde Afuera

Y entonces aquí llegamos... Después de casi cuatro años de escribir sobre extranjería era inevitable que alguna película saliera sobre el tema. Desde Afuera es un documental de mi coautoría sobre ser venezolano en el extranjero. Para que se hagan una idea, este proyecto nació de conversaciones que empezamos a tener mi socio, Johann Pérez, y yo. Él vive en Barcelona y, al igual que yo, salió a estudiar cine documental. Al hablar nos dimos cuenta de que compartíamos muchas de las mismas inquietudes en cuanto a ser emigrante y comenzamos a desarrollar lo que hoy es Desde Afuera.

Ahora, ¿cómo grabar a venezolanos por todo el mundo si casi que ni siquiera tenemos plata para irnos al país vecino? Muy buena pregunta. Pues ahí es donde surgió el aspecto más interesante del documental. Todo el material fue registrado por los mismos personajes a través de las cámaras que tenían a su disposición. Ellos son los encargados de registrar sus propias cotidianidades. Esto, aúnado con entrevistas realizadas con nosotros a través de Skype (el mejor amigo del extranjero) da como resultado Desde Afuera.

Con el tiempo hemos ido incorporando gente al proyecto y todos han aportado su conocimiento y talento para que estemos hoy en posición de lanzar lo siguiente:




Esto que acaban de ver es nuestra campaña en Verkami, una plataforma de financiamiento colectivo en la que puedes donar para que este proyecto se termine de concretar. Actualmente estamos requiriendo seis mil euros para financiar la postproducción del documental (montaje, audio y música). Existe un sistema de recompensas del lado derecho de la página que podría explicar por acá, pero mejor hagan click ahí y me ahorro unos caracteres que puedo invertir en otras cosas. Cosas como decirles que es un proyecto hecho con mucha dedicación y mucho esfuerzo. Hasta el momento hemos gastado muy poco dinero dada la naturaleza del proyecto, pero hemos invertido cientos de horas en recolectar decenas de otras horas de video. Y ahora alguien tiene que ordenar esa vaina. Y a esa persona hay que pagarle. Y bueno, por favor echen una manito. No se imaginan lo que podemos hacer con una pequeña inversión de su parte. Ademas de que las recompensas están bien chéveres. Hay hasta unas libretitas y la posibilidad de que te hagamos un mini documental de cinco minutos... ¡Métete vale!

Pero hablando en serio, sentimos que son cinco historias que merecen ser contadas y siento que hemos registrado momentos muy emotivos e íntimos, producto de haber llevado adelante este proceso de más  de un año con cada uno de los personajes. Es más, hagamos un trato.. Vean el tráiler.. Si les mueve así sea media fibra emocional, métanse a Verkami y consideren ahí la posibilidad de ayudar. ¿Trato? Trato pues..

Les dejo entonces par de cosas y luego el tráiler. Si lo tuyo es lo de los 140 caracteres está el Twitter: @desdeafueradoc. Si lo tuyo es dar likes, entonces está el facebook: Desde Afuera en Facebook . Y si eres de los que prefiere una lectura más detallada y tal, pues está la pagina web: www.desdeafueradoc.com . Si nada de esto sirve pues estamos considerando enviar 3 mil palomas mensajeras que yo mismo estoy entrenando para que lleven papelitos enrollados en sus picos con toda la información. Pero bueno, si fuese ustedes, mejor me voy por lo de las redes.




Pedro, el infiltrado

sábado, 6 de octubre de 2012

A votar...

Imagen cortesía de Guatafoc


Bueno, haré esto breve ya que debo seguir con mi rutina de leer artículos y sondeos acerca del 7 de octubre hasta que me ardan los ojos y deba tomarme una pastilla para los nervios...

Mañana, para los que no sepan, es uno de los días más importantes para la historia de mi país, posiblemente para la historia de la humanidad. Yo estaré poniendo mi granito de arena mañana por el candidato de mi preferencia. Aquellos que me conocen saben bien a quién me refiero así que me parece que no hace falta volverlo a decir. 

Lo que sí es importante reiterar es que vayan a votar. Y desde tempranito. Ya aquellos que no se inscribieron a tiempo habrán tenido que luchar con su propia conciencia y supongo que tendrán esa carga encima durante todo el transcurso del domingo, quizás de sus vidas. Supongo que ya habrán recibido un buen regaño de algún ser querido así que no seguiré echando sal en sus heridas. Pero los que sí tenemos aún una posibilidad de manifestarnos con el voto tenemos que expresarnos. La importancia del día de mañana no debe ser subestimada. Es, sencillamente, el día que define el rumbo por el que quieres que vaya Venezuela de ahora en adelante. Así de fácil. 

Para finalizar quisiera hacerme eco de un post de una amiga en su facebook (Muriel, me permito el abuso) ya que en esencia resume lo que he sentido en los últimos meses y, bueno, es mi blog así que me provocó colocarlo:

"Estoy orgullosa de todos los que se están moviendo para votar, los que juntaron plata para pagar el pasaje, los que juntaron para ayudar a los que no tenían con movilizarse, los que atraviesan medio planeta, los que hicieron filas en los distintos consulados, los que negociaron con sus trabajos para ir, los que juntaron millas y todos los que se hacen concientes de que esta elección es importante y que no hay excusas para no hacerlo"



Así que bueno, a ponerse las pilas. Y después no digas que el infiltrado no te advirtió la vaina...

Pedro, el infiltrado



miércoles, 29 de agosto de 2012

Acuda a su amigo venezolano más cercano

La semana pasada, dado que mi mamá se encuentra en Buenos Aires y necesita vender dólares para poder ser y existir, me di a la tarea de buscar un comprador vía Facebook. Para aquellos que no sabían pues resulta que en Argentina también colocaron un control de cambio hace un tiempito. Y no, no fue algo que me traje yo de Venezuela ni soy una persona que lleva consigo la mala suerte a donde quiera que voy... Es sólo que la vida es así y a nuestros presidentes aparentemente les gusta conversar, compartir recuerdos y aplicar medidas similares. Pero bueno, permítanme continuar con el cuento y dejar el tema de la escabrosa política para otra ocasión. Resulta que publiqué que estaba vendiendo dólares en mi perfil, con un código indescifrable en caso de que alguien me fuese a denunciar: "Dólares. Buenos Aires. Inbox". Genio, ¿eh? ¿Y qué pasó? Pues primero una fotito porque esta entrada está muy hablada:


Mientras llegaba un comprador, yo hacía casitas


Pasaron varias cosas. Entre ellas, encontré un comprador entre cientos... No, no.. Miles de personas con ánimos de regatear. Pero pasó otra cosa también. Hubo varias personas que empezaron a mencionar el Deja vu, esa extraña sensación de familiaridad, de estar leyendo algo que en algún momento ya se había leído. Y fue ahí que caí en cuenta de algo... Hay un grupo de personas que ya esto lo hemos vivido y podemos ofrecer términos acerca de las maneras de enfrentarlo, encararlo y evitar problemas en el camino. Esas personas se llaman "venezolanos" y, si no eres uno de ellos, te recomiendo que acudas al que tengas más a tu disposición, ya que él seguro sabrá explicarte bien qué es el control de cambio y qué puedes esperar durante los próximos 10 o 12 años al respecto.

Los primeros días del cepo cambiario (como le dicen acá) mi oficina se abarrotó de dudas, preguntas e incertidumbres. Todo era especulaciones, todos mentando madre, todos queriendo salir del país (mencioné lo del Deja vu, ¿no?). ¿Y a quiénes acudieron algunos para aclarar los panoramas? A mí y a mi compañera Leisa, los venezolanos de guardia en ese momento. No quiere decir que relajamos sus nervios, pero bueno, al menos le dimos algunos consejos y datos de sabiduría que sólo la experiencia es capaz de ofrecer.

Hmmm... Del control cambiario, saber quieres...

Bueno, la verdad es que podría decir más. Mucho más. Pero una de las lecciones a aprender en esto del control cambiario es a no hablar demasiado. Para más información, me parece que ya saben qué hacer...

Mencioné lo del Deja vu, ¿no?

Pedro, el infiltrado

domingo, 5 de agosto de 2012

Añoranzas (Segunda entrega)

Hola. Mi nombre es Pedro y tengo un problema...

Todo comenzó cuando era niño. Mi mamá empezó a traer las latas, esas latas con la imagen de una ola enorme en la etiqueta. Se vendía como una opción para refrescarse y la ola lo representaba mejor que nada.. Empecé con pequeñas dosis (¿qué adicción no?) pero con el tiempo llegué a consumir hasta 6 vasos al día. Se llama Nestea y es sinónimo de alegría con sabor a té de limón.

Se vende este espacio publicitario a cambio de sobrecitos de Nestea



Rara vez me ha faltado, pero las veces que no lo he podido consumir han sido momentos bien difíciles para mí.  Pero el mayor reto ha sido, sin duda alguna, no tenerlo en Buenos Aires. Yo no sé cómo será el asunto en otros países pero aquí eso del té frío no es algo muy popular. Cuando les pregunto el porqué, los argentinos alegan que allá, de donde yo vengo, es un sitio ideal para semejante brebaje, por aquello del clima tropical y del calor perenne. Pero... ¿Es que acaso un verano porteño no sería mucho más llevadero con un vaso de Nestea en la mano mientras reposamos en ropa interior frente a un ventilador o un aire acondicionado? Yo diría que sí. Es más te lo aseguro, chico.

No sé si quizás estoy asomando una posibilidad financiera económica para algún lector por ahí, pero alguien tiene que pensar en traer esa vaina para acá... Sé, porque he preguntado bastante, que somos unos cuantos que queremos que esto suceda. Yo voy pendiente de recolectar firmas de ser necesario así que por favor, si hay algún lector con ambiciones para alguna iniciativa independiente, le hago un llamado..

Aquí he probado un montón de sustitutos, principalmente las aguas saborizadas, pero nada se compara al Nestea. Tengo un par de bolsas aún en la cocina que suelo conservar para momentos especiales como un día de verano de 60 grados o aquellas jornadas en las que se me mete el antojo en la cabeza desde que estoy en el trabajo y llego babeando a casa para prepararme un buen vasito. 

Finalizo esta entrada con ese himno que todo adicto al Nestea sin duda sabrá. Pero antes, una advertencia: les pido que no se extrañen si un día de verano se enteran que fue encontrado un sujeto deshidratado en un apartamento en Almagro, aferrado a una lata de Nestea vacía, que me van a tener que quitar de la mano con sierra eléctrica.



Pedro, el infiltrado

lunes, 9 de julio de 2012

Livin' la vida locro


Lectores, locro. Locro, lectores. El locro es una sopa con porotos, maíz blanco, chorizo, patas de cerdo y un montón de cosas más que resultan en este guiso sustancioso que aparece en la imagen. Generalmente se come en invierno y proviene de la extensa tradición humana de consumir cosas calientitas cuando el frío está demasiado fuerte. Por lo general se consume en las fechas patrias argentinas como hoy 9 de julio, motivo por el cual quería presentarlo a ver si les da tiempo de salir a la calle a comerse uno. Es altamente recomendado, así como también es recomendado dormir una siesta posteriormente porque el locro, como podrán imaginar, es pesado y somnífero.

Los dejo con un video en el que quedó registrado el primer locro que yo me comí en un viaje a Rosario, por allá por el 2009. Eso está en el minuto 4:30. 

Road Trip Rosario / Santa Fe from Pedro Camacho on Vimeo.




Feliz 9 de julio. A volverse todos locros.

Pedro, el infiltrado



miércoles, 4 de julio de 2012

Añoranzas (Primera entrega)


My precious...

¿Qué será que tienen las golosinas? ¿Cuál será esa cualidad que las convierte en una de las cosas que uno más extraña de su país? Basta con viajar para que uno añore un Toronto (este chocolatito venezolano que aparece en la foto, para el que no la conozca) como se añora a un tío, un tío acholatado con relleno de avellana. Jamás fui un niño come chatarra, ni un adolescente ni un adulto joven en tal caso. Las comía esporádicamente, como deben ser comidas para no terminar como uno de esos obesos que aparecen en Discovery Channel que requieren de grúas y arneses para salir de casa. Aunque ahora, cuando me siento después de un almuerzo y abro lentamente un envoltorio de Toronto deseo habérmelos comido todos en Caracas, haberme saturado hasta el punto de odiarlos hoy y no atesorar los pocos que tengo como si fuesen joyas o valiosos lingotes de oro.

Y es que aquí me di cuenta de que uno cuando se come eso no se come una golosina, no está ingiriendo un pedazo de chocolate o una galleta. Uno se está comiendo un recuerdo, un trozo de infancia. Uno no sabe bien lo que tiene hasta que lo pierde y eso es especialmente cierto al referirse a las chucherías, como le conocemos allá en mi país. Aquellos que han venido a mi casa conocen el valioso gesto que puede significar recibir una de mis chucherías como regalo. Nunca me canso de ver la cara de un invitado cuando la recibe, como si detrás de una cortina hubiese aparecido algún familiar muy cercano (iba a volver a mencionar lo del tío achocolatado pero me parece que esa imagen no aguanta dos referencias en una misma entrada). Pero hablando en serio les produce una sonrisa genuina, algo difícil de describir pero que creo que todos podemos entender. Esto no quiere decir que vayan a venir a pedirme que les de algo cada vez que me visiten porque tampoco es que soy un dealer de chucherías venezolanos. Así que ojo, porque están bien escondidas, en un lugar bien alto, detrás de cosas bien pesadas. ¡OJO!

Igual ya me quedan poquitas así que espero que vuelva mi madre para que me reabastezca. Pero no todo está perdido hasta entonces. Por cada golosina extrañada ha de haber algún equivalente que se encargue de saciar ese antojo. Por cada Samba de fresa habrá un Jorgito, por cada Cocosette habrá una Vauquita... Y por cada Toronto habrá..


Lectores, Tita. Tita, lectores

Yo la descubrí un poco tarde, a decir verdad. Pero esta galletita que ven aquí es lo más cercano que he encontrado para matar la necesidad de dulce. La verdad es que estaba pareja la competencia porque tengo un punto débil también por unas galletas de limón que hace Havanna, pero estas cuestan como la mitad y además de glotón soy duro para gastar. Así que gano la Tita. Altamente recomendada para el que no la conozca.

No te cambio por nada, Toronto, pero espero sepas entender que debía buscarme otra. Al fin y al cabo, amor con hambre no dura...


Pedro, el infiltrado






domingo, 17 de junio de 2012

Diccionario argentino-venezolano, parte 3


Antes que nada, las dos primeras partes

Parte 1
Parte 2

Ahora a lo que nos compete. El diccionario argentino-venezolano es una de las columnas fundacionales  de este blog. Es sin duda alguna la más comentada de todas las cosas que aquí se escriben y además es una de las cosas que más me entretiene escribir. Creo que hay algo inherentemente infiltrado en conocer y compartir las palabras de un país ajeno. Creo que por ahí va la cosa.

Bueno, vayamos a las palabras y expresiones. Cualquier sugerencia para diccionarios futuros por favor deposítenla en el buzón. O en los comentarios de la entrada, que es lo más cercano que tenemos aquí en el blog a un buzón.


Escabear: Tomar. Pero no agua ni jugo ni nada de eso. Tomar alcohol, bebidas espirituosas, birras, vino, fernet, roncito... Lo que en mi país llamamos jalar caña. 
Morfar: Comer.
Garchar: Es también comer, pero no comida sino... Como cuando uno ve a una pareja que está asi dándose pasiones en público y uno les dice "ey ey, ¡no coman frente a los pobres!". Bueno, Así.

¿Vos decís?: ¿En serio?
Dejate de joder: No me vengas con ese cuento.
Ya fue: Se lee "sha fue". Es una expresión que se usa para expresar que ya no queda nada más por hacer, que ya, como dice el reggaeton, lo que pasó pasó... Jamás pensé que iba a citar una letra de reggaeton, pero estas cosas pasan. Si pudiese escribir esta definición de nuevo lo haría, pero sha fue...

Me la banco: Generalmente quiere decir que soportas algo, que lo puedes aguantar. Ej: "el blog de Pedro a muy pocas personas le gusta, pero yo me lo banco".

Me la re banco: La banco pero mucho mucho.

Joya: Se lee "josha". Esta es de las pocas palabras que ya incorporé a mi léxico cotidiano. Se usa para decir que algo está bueno o de calidad. Ejemplos:

1
- ¿Cómo la pasaste ayer?
- Josha.

2
- ¿Que le regalarás a tu esposa de aniversario?
- Le regalaré joshas. ¿Qué te parece?
- Josha.


Expresiones con orto: Si no saben que es orto pues no se si este es el espacio como para explicarlo. Lo que he decidido hacer es plantear varias expresiones en las que se usan y así descifrar lo que significa por asociación de ideas. ¿Bueno?

        -Te fuiste para el orto: Te pasaste. El equivalente en Venezuela sería "te fuiste de palos" o te fuiste pa' la mierda".
        - Cara de orto: Cara de pocos amigos. Un premio para el que adivine cómo se dice en Venezuela.
        - La loma del orto: Es un lugar muy muy lejano. Pero ojo, este lugar no existe. No es que vas a encontrar la avenida Loma del orto al 789, en la esquina con Corrientes. En realidad es un sitio más cercano al "sitio donde se enchufa el sol" o "donde el diablo perdió el tridente". O "por el quinto coño", así en venezolano bien claro y raspao'. 

Pendejo: No, no, aquí no es una ofensa como en otros lugares. Aquí es una forma de decirle a los niños. Recomendación a los argentinos que viajen a mi país: si a un papá venezolano le dicen que su hijo es un pendejo es bueno estar preparados para agresiones verbales y físicas varias.

Andá a cagar: Jódete. Así de fácil. Otras acepciones incluyen mandar a la persona a comer excremento o a que se introduzca cosas en áreas en las que esas cosas no caben, pero en esencia se reduce a esa palabra: jódete.


Pedro, el infiltrado

miércoles, 30 de mayo de 2012

Entrada breve por las 10 mil visitas



Valía la pena tomarse un par de parrafitos para celebrar las 10 mil visitas a Buenos Aires: Infiltrado. A todos aquellos que con regularidad entran y pasan un rato en estos confines, les agradezco. Es un espacio que atesoro bastante y que espero poder mantener mientras esta ciudad me siga acobijando.

¡Nos vemos dentro de 10 mil visitas más! No bueno, en realidad nos vemos dentro de unos días que estaré publicando el diccionario argentino/venezolano en su tercera edición. Ahí les dejo esa perlita para que la vayan masticando.


Pedro, el infiltrado

sábado, 26 de mayo de 2012

Quizás algún día, Fernet



Hay un nombre que hace temblar la vida nocturna porteña... Un nombre que es sinónimo de fiesta, de alegría y de regreso en colectivo a las 5 de la mañana... Un nombre indispensable en la dieta del rumbero en Buenos Aires... Y ese nombre es Fernet. Para los que no la conocen, es la bebida por excelencia del fiestero en este país. Se toma por lo general con Coca Cola y es bastante sabrosa. O al menos eso me cuentan, porque yo sinceramente nunca me he podido terminar un vaso. Ya son incontables las ocasiones en las que he intentado ingerirlo pero no puedo sobrepasar nunca el sabor a jarabe para la tos al que me remite. Y lo he intentado en múltiples contextos, con distintos grupos de personas, antes de haber tomado otras cosas y al final de la noche, cuando ya todo sabe a lo mismo. Y ni siquiera así.

Algunos me han dicho que es cuestión de costumbre, que inevitablemente mientras se pasa más y más tiempo en esta ciudad le agarras el gusto al Fernet. Pero también suelen decir lo mismo del acento argentino, otra cosa que veo bastante difícil que pase por mi boca. Ahora, a todas estas, ¿de dónde viene el Fernet? Pues yo no se por qué razón tenía tallado en mi mente que venía de la alcachofa. Pero no, nada de eso. El asunto viene de una mezcla de mirra, ruibarbo, manzanilla, cardamomo y azafrán, todos maceradas en uvas. Jamás pensé en escribir la palabra "ruibarbo" en toda mi vida, pero ahí está, en los ingredientes de este brebaje espirituoso de 45 grados de alcohol, suficientes grados como para dejar a sus consumidores con lenguas trabadas y caminares zigzagueados...

Cada vez que pasa algún conocido a visitar Buenos Aires lo obligo a probar un vasito de Fernet con cola, a modo de iniciación. Como siempre suelo decir: "un choripan, una milonga y un buen fernet o no podrás decir que viniste a esta ciudad". Bueno, en realidad no digo eso. A decir verdad la frase suena bastante cliché. Pero sí es cierto que vale la pena probarlo ya que, para bien o para mal, es un sabor incomparable. 

Los dejo con un comercial de Fernet. Es bien gracioso y además actúa un pana mío, el que interpreta al novio de la muchacha. Algún día de estos me tocará escribir una continuación de este artículo profesando mi nueva devoción por la gloriosa bebida a base de ruibarbo y otras especies. Pero hasta que ese día no llegue, recomiendo me brinden cerveza si quieren que salgamos a tomarnos algo.






Pedro, el infiltrado

lunes, 30 de abril de 2012

Sobre eso que llaman laburo

Laburo: Trabajo. Empleo. Ej: "Claaaaro, yo también escribiría en un blog si no tuviese laburo".
Pedro, el infiltrado
6 de julio de 2011


Buenísimo esto de citarse uno mismo. Bastante egocéntrico y pretencioso, eso sí. Pero detrás de ello sí hay algo muy interesante y es aquello de releerse pasado un tiempo y redimensionar lo vivido. Si hubiese encontrado laburo antes quizás no se me hubiese ocurrido comenzar este blog en 2009 y luego reactivarlo el año pasado. O quizás sí. Pero siempre quedará la duda. Sin embargo esta entrada no trata acerca de la nostalgia ni nada de eso. Trata acerca de que encontré laburo. Y ya era hora. No sólo de pan vive el hombre, sino que hay que echarle algo a ese pan para que sepa bien. Y últimamente, con los precios subiendo y la inflación y las Malvinas y lo de YPF, cada vez se me hacía más complicado costearme la existencia. 

Pero llegó mi buena amiga Leisa y me tendió una mano. Aunque más que la mano me tendió un correo diciendo que en su empresa estaban buscando gente. ¿Que de qué es la empresa? Pues eso no es importante. Lo importante es que recibo correos y los clasifico y lleno tablas. Un trabajo bastante mecánico y tal. Y no pretendo menospreciarlo, en lo absoluto. Conozco ya a varias personas que en la empresa han surgido y ascendido a puestos altos. Pero lo cierto es que lo mío es otra cosa, es esto de escribir y de andar con camaritas grabando. Pero lamentablemente eso no se dio con mucha facilidad por acá así que toca aprender hacer de esos limones, limonada. 


Canción del trabajo, por Los Prisioneros. 
No es reflejo de lo que pienso, pero no deja de resonar en mi cabeza a veces


Para ser aún más sinceros, es tan sólo mi segundo trabajo de oficina, oficina. De esos con horarios y esas cosas. Así que se me ocurrió hacer una listica con mis principales impresiones del primer mes de laburo. Llévatelo...

- Entro a las 7 am. Y vivo a una hora así que salgo a las 6 de casa. Pero debo bañarme antes, por lo tanto debo pararme a las 5 y 30. Desde mis últimos días de secundaria que no me tocaba despertarme tan temprano a diario. De más está decir que la ciudad es bastante distinta a esa hora, oscura, más fría y con muchas personas borrachas, volviendo de fiesta. Sí, sí, de esas  personas que lo ven a uno como el sujeto raro mientras van dando tumbos esperando toparse con alguna puerta que se parezca a la de su propio edificio.

- Ah, ¿que por qué me tardo una hora en llegar al trabajo? Muy buena pregunta. Bueno, eso sucede porque este trabajo queda en Martínez, más allá de Buenos Aires, "por allá por donde se enchufa el sol", como solía decir un buen amigo. Es más, de regreso me tardo una hora y cuarto. Aunque la verdad es que ese tiempo en el colectivo pasa volando, probablemente porque lo duermo casi en su totalidad. 

- Como era de esperarse en un trabajo en Buenos Aires, pues la mayoría de mis compañeros y compañeras son argentinas. Y eso es algo bastante bueno, así sea sólo por el hecho de que tendré un montón de palabras y expresiones para agregar al diccionario argentino-venezolano. No, no sólo por eso. La verdad es que es un ambiente bastante alegre y mis compañeros, hasta ahora, han sido muy amables conmigo. El trabajo es bueno porque me permite infiltrar no sólo su ciudad sino sus cerebros, generando cada vez más contenido a este blog. Ellos no saben pero los estoy observando... Todos los momentos del día...


- Llego a casa a las 3 de la tarde, dejándome suficiente tiempo en el día como para escribir y seguir trabajando en mis proyectos personales. Eso está bueno, sí. Si tan sólo tuviese energía ilimitada funcionaría bien. Aunque probablemente toque acostumbrarse al cambio de horario de mis días y hacer ciertas modificaciones: dormir más temprano, cenar más temprano, desayunar más temprano... En general hacer todo más temprano, como si viviera los días en horario venezolano pero estando acá. Cuando no cumplo esa regla de acostarme temprano ando zombie el día siguiente, sin poder discernir entre la realidad y los sueños. Y recuerdo a todos aquellos a los que incitaba a joder hasta tarde a pesar de que trabajaban el día siguiente. Y me provoca golpearme por bocón.


- Y de último, un pensamiento. Si de algo me ha servido este laburo (además de aquello del sueldo fijo) es para apreciar un buen fin de semana, a valorar una caminata por un parque, una mañana en la que pueda despertarme a las 11. Muchas cosas  que daba por sentadas o que al menos ahora se sienten mucho más placenteras. Me voy con una cita. Pero de las verdaderas, no de esas mal hechas como la que comenzó la entrada.

Dichoso es aquel que tiene una profesión que coincide con su afición. 
(George Bernard Shaw)


Pedro, el infiltrado



lunes, 9 de abril de 2012

Mi vida según Bafici


No llevaba ni tres semanas viviendo en esta ciudad cuando hice mi primera fila del Bafici, el festival de cine independiente de Buenos Aires. Iba poco preparado, sin idea alguna de qué películas iba a elegir y una centena de opciones de las cuales escoger. Junto a Daniela y otros dos amigos me senté, catálogo en mano, en el piso, presto a definir mi selección oficial. La búsqueda arrojó unas 15 películas, de las cuales unas 5  resultaron ser buenas, unas 4 soportables y el resto una colección de bodrios en los que a) me tuve que salir de la sala o b) me quedé dormido inconsolablemente, en una de esas siestas que sólo un cine con una mala película en frente puede proporcionar. De la jornada maratónica de ese año quedó la siguiente imagen que nos tomó un fotógrafo del festival.


Posen naturales. Ignoren la cámara, ignoren la cámara.. Así.. Muy bien

En los años posteriores fui puliendo el proceso, invertí cada vez más tiempo en evaluar las películas y los directores, hice bobadas como tablas en Excel con calendarios que incluían todas mis películas. Esas dos semanas que brindaba el Bafici se convirtieron en largos letargos en mi experiencia porteña, con pocos recuerdos más allá de aquellos que experimentaba en la sala de cine. Veía hasta 4 películas diarias, dejaba todo el dinero del mes en la taquilla. Me fui acostumbrando a la naturaleza del festival, que ofrece joyas escondidas y películas terribles casi en igual proporción (tuve un profesor que, ya desencantado, simplemente lo llamaba el Basofi). Empecé a entender la importancia del boca en boca, de las recomendaciones por adelantado. Me fui enterando de directores frecuentes en el festival. Como dirían en mi país, le fui agarrando el tumbao a la cosa. 

En 2010 sufrí una ausencia de las salas, a causa de un viaje urgente que tuve que hacer a Venezuela, y sólo pude ver 5 películas. Como un futbolista obligado a perderse la temporada por fuerzas ajenas a su voluntad, lo sufrí y comprendí la importancia del Bafici en mi vida. Sí, suena exagerado. Y sí, lo es. Pero no importa. Lo cierto es que me cuesta desligar a esta ciudad del festival, es de lo que más disfruto, de lo que me trae recuerdos más gratos. Por ejemplo fue en el Bafici que conocí a la canadiense Alison Murray, mientras proyectaba esto.  Fue ahí que me le acerqué y fue el disparador para terminar trabajando juntos en Caprichosos de San Telmo, un documental que (oh sorpresa...) se estrena en la actual edición del Bafici. Al final colocaré las fechas porque... Porque bueno, sería bien tonto si no promociono en mi propio blog esta vaina en la que trabajé durante dos años haciendo cámara y asistencia de dirección, ¿no? ¡Que bueno que están de acuerdo! El documental trata sobre una murga en Buenos Aires. Pero ya he escrito de ello acá en esta crónica  y en esta vieja otra entrada en la que hay una foto loca de Ali, toda tatuada y con su canadianidad en full exhibición. El afiche a continuación:

Mi nombre está en las letricas pequeñas esas mínimas diminutas
microscopicas que están abajo. Pero está

Pero basta de la autopromoción. (Bueno, las fechas de proyección de Caprichosos y sí, ¡ya!). Si aún no han vivido su primer Bafici les recomiendo que se entreguen a la experiencia. Puede que tome un tiempo pulir el procedimiento para vivir un festival 100% satisfactorio, pero vale la pena. Sólo con tomarse un tiempito de investigar y ver algunos trailers previo a comprar entradas ya se va en buen camino. Recomiendo que compren las entradas pronto, sin embargo, porque leí que escasean un montón de películas y el festival ya comienza este miércoles 11 de abril. Cualquier sugerencia es recibida con mucho gusto en el blog, sobretodo considerando que ya los fastidié de sobra con mi única sugerencia. Y si llegan a ir a alguna de las funciones de Caprichosos avísenme o búsquenme en el público. Seré el de la cara de tonto y la sonrisota de oreja a oreja, feliz por haber logrado un crédito pequeñito en una las actividades que más asocio a mi experiencia en esta ciudad.

Pedro, el infiltrado

domingo, 25 de marzo de 2012

Tango Infiltrado


Artista: Bajofondo Tango Club, aunque el video no es oficial.  Canción: "Infiltrado"
Mi impresión al encontrarla en Youtube: "He encontrado el soundtrack para mi blog"


Tres años y ocho mil visitantes después y por fín llega la primera mención de tango en este blog. Sencillamente mentiré y diré que esta es una entrada tan pero tan buena que me tarde tres años en confeccionarla. Pero ya es el momento de sacarla a la luz pública. El video que adorna el inicio de la entrada es un video no oficial del tema "Infiltrado" de Bajofondo Tango Club. ¿Qué puedo decir? A esos sujetos les encanta este blog.

Para empezar con los lugares comunes, de los cuales habrá bastante en este episodio, diré esto: el tango es sinónimo de Buenos Aires. Vaya frase trillada esa. Pero en gran parte es verdad. No quiere decir que todo el mundo lo adora y que los argentinos lo van bailando mientras cruzan la calle por los pasos peatonales de cada avenida. Pero sí es algo bien importante. Yo nunca he sido fanático empedernido de esa música, a decir verdad. Incluso la primera vez que vine de visita a la ciudad fui a ver tango el día antes de irme, como si pensando que si obviaba eso no podía decir que de verdad había visitado Argentina. Sin embargo, con el tiempo creo que sí se me ha metido un poco en mis entrañas, probablemente por las 3000 veces que he tenido que ir a llevar a amigos y familiares del exterior a ver un show tanguero. Ahora, para no ir todas las veces al mismo sitio y volverme un cliente fijo, he desarrollado tres planes a los cuales llevar al visitante, bien variados como para que vivan el tango de las múltiples formas en que se puede vivir en Buenos Aires. Veamos:


1) Confitería Ideal: Si algo he tratado de lograr con este blog y con este presente listado es alejarme un poco de la cosa turista mainstream a lo que estamos todos acostumbrados. Por ende, cero de esos showcitos cena/presentación de tango que son más parafernalia que nada. Y la confitería Ideal es un buen sitio para comenzar. La Ideal es lo que se conoce acá en el sur como una milonga, que vendría a ser un sitio en el que la gente común va a bailar. Su target es principalmente mujeres y hombres mayores de 60 años que llevan al menos 50 bailando tango. Lo bueno de estos sitios es que si uno no sabe bailar ni un poquito (como este humilde servidor), puede igual sentarse y disfrutar un rato viendo cómo bailan los demás mientras se toma un vinito y se autoengaña pensando: "la semana que viene seguro me meto en clases de tango".


2) La Catedral: Otra milonga, pero no podría ser más distinta a la anterior. Si la Ideal fuese una abuela (y sinceramente no creo que exista una analogía más certera) la Catedral vendría a ser la nieta moderna y cool que lleva rato saliendo con un turista hippie. El espacio es un galpón enorme, con barriles y cajas de cervezas como asientos. Las paredes están forradas con cuadros de todo tipo y del techo cuelga una estructura roja gigante parecida a un corazón (esa que se ve allá atrás en la imagen) . La primera vez que asistí fue este día y desde ese entonces quedé enganchado. Dan clases de tango hasta desde las 7 y 30 de la noche todos los días y luego queda libre para que baile el que quiera. Como dato adicional, es bastante económico y presenta un menú vegetariano. Dudo que Gardel y todos esos caballeros tangueros de antaño tenían los ideales vegetarianos en mente peeeeero.. Es parte del hippismo al que hacía referencia al inicio del párrafo.

3) Orquesta Típica Fernández Fierro: Pero bueno, suficiente baile. La orquesta, que llamaremos OTFF de ahora en adelante, es una de mis experiencias porteñas favoritas. En resumen, es tango pero tocado por un grupo de tipos que quemaron sus trajes y corbatas y decidieron presentarse en blue jeans y zapatos deportivos. Tocan todos los miércoles en un espacio en el barrio de Abasto y sus recitales tienen la peculiaridad de juegos de luces, humo y otros elementos más asociados con una banda de rock que de tango. Pero que quede algo claro, esto no es tango electrónico ni nada de eso. Esto es tango del fuerte, con letras que hablan de la melancolía, el despecho y el amor no correspondido. Pero todo hecho con  mucho histrinonismo y un toque de agresividad. Además, vale resaltar al cantante, un sujeto que parece recién sacado de una prisión, con una voz que da miedo. Aquí el clip .

Yo nací con dos pies izquierdos, pero por el bien del blog y de subir el rating probablemente me meta en clases muy pronto. Cuando eso pase, vendrá la segunda parte de esta entrada, con el título tentativo de "cómo arruinar el baile típico de un país en 10 pasos".

Pedro, el infiltrado

jueves, 8 de marzo de 2012

Mucho gusto, Teatro Colón

Era una cuenta pendiente, una espinita por sacarme. Tres años acá y no había podido entrar al Teatro Colón. Y el sábado pasado por fin sucedió: me convertí en el primer venezolano en la historia en entrar en tan prestigioso teatro. Bueno, exagero. Pero es que el Colón lo pone así a uno, como que uno se cree importante y tal. Poco importa que entré gratis y para presenciar un ensayo general. Ni que me vestí demasiado arreglado para un evento al que, por ser al mediodía, todos los demás asistieron en sandalias y pantalones cortos. Eso no es relevante. Por fin conocí el Colón y eso merece una entrada. Para conocer un poco de historia, el Colón fue inaugurado en 1908 y es uno de los teatros de ópera más importantes del mundo, principalmente por su asombrosa acústica, comparable a la Scala de Milán y la Ópera de París. Comparable por otras personas porque este que está escribiendo estas líneas no sabe ni un poquito de eso. En esta entrada hay muchas fotitos, todas cortesía de mi amiga Daniela, esa del blog Yo Nunca , casi hermano de este. Pronto habrá un jueguito divertido entre ambos blogs así que recomiendo que lo empiecen a seguir para que no se pierdan nada. Las fotos, pues.



 La vista del Colón si, en vez de sentarte, prefieres acostarte durante el concierto


Vicky y yo, infectados de Colon Fever

Y de todas las cosas posibles para ver, fui a ver tango, esa música que, aparentemente, es grande por acá por estas tierras (la próxima entrada viene dedicada al tango y a cómo lo he vivido por acá, así que pendientes de eso). Tocaba la orquesta de Horacio Salgán en la noche y habilitaron entradas gratis para el ensayo general para aquellos que, como yo, preferían tener algo que comer por las próximas dos semanas y por ende no irían al concierto en la noche. Salgán es un tipo importante por acá en el ámbito tanguero. Lo sé porque me lo han dicho, no crean que se demasiado del tema. Y su orquesta es de las mejores. Lo sé porque se llama La Orquesta de Horacio Salgán... Todo un detective que soy. Se viene una foto de mi espalda en el Colón... En 3, 2, 1...


No se nota pero estoy gritando: "¡Que viva Venezuela!"

Entrar a este sitio es una sensación asombrosa. Yo ya había sido testigo de su majestuosidad por fuera, cada vez que la veía por la ventana del colectivo o como un simple peatón. Incluso logré presenciar esto proyectado sobre su fachada durante los festejos del bicentenario, siempre preguntándome como sería por dentro. Y le decía a la gente que pasaba: "algún día tendré la dicha de entrar en ese sitio, señora, ¿oyo? Ya usted verá...". Y así fue. Nos sentamos en balcón y todo. La orquesta fue fascinante, la experiencia fue idónea. Hubo ovaciones y muchas risas, además del ambiente distendido que provocó la orquesta, consciente de que el verdadero show era en la noche. Todos los días hay visitas guíadas, pero si tienen la posibilidad de asistir a algún evento lo recomiendo altamente. Y si es gratis pues lo recomiendo aún más. Me despido con una imagen de la campaña "visitá el Colón" que acaba de lanzarse la pasada semana. No se a ustedes, pero a mí me gusto bastante.

Y sí... Visitá el Colón..

Pedro, el infiltrado

martes, 28 de febrero de 2012

Dos o tres cosas sobre el verano porteño


No es la primera vez que se habla de clima en este blog. Cuando estaba por llegar la primavera dejé claro cómo la hermosa temporada afectaba por igual mis sentimientos y mi nariz en una entrada en septiembre. Pues ahora empecé a usar mediecitas cuando salgo en las noches y eso sólo puede significar que el verano pronto va a terminar, oficialmente el 21 de marzo. No quiere decir que ya se haya acabado el calor. No, no, qué va... Aún hay momentos del calor sofocante, de ese calor asfixiante, embrutecedor, que pone en jaque mi capacidad de accionar... Aún quedan días para reflexionar sobre dos o tres cosas del verano porteño.

No recordaba lo importante que eres en mi vida. 
Espero que nunca me dejes. Te amo tanto, ventilador.


  • Cuando uno habla del calor de esta ciudad siempre sale a relucir la humedad, ese que hace que diciembre y enero en Buenos Aires sea lo más cercano que un humano va a poder simpatizar con un pollo al horno. Yo, la verdad, se poco de factores climáticos, pero me han hecho entender que la humedad es eso que hace que la ropa se me adhiera a la piel y que prácticamente me la tenga que pelar de encima con una espátula cuando llego a casa. Y sólo por eso, la humedad no me cae muy bien.
  • Está bueno eso de vestirse de verano. Con los chores y las franelas frescas y andar en zapatos sin medias o en sandalias. Buenos Aires parece que hubiese sido invadida por un crucero caribeño que se quedó accidentado. Además de que la ciudad se pone colorida. ¿Quién osa ponerse negro en estos días? Nadie. En cambio es buena época para sacar a relucir la camisa manga corta de color naranja fosforescente y descombinarla con bermudas morados con estampados de flores. 
Ajá, este es el look. Magnum la tiene clara...
  • ¿Qué es esto que cae del cielo? ¿Gotas? Pero si hoy no iba a llover, si el cielo está tan azul y privado de nubes... Ah, ya entendí... Es que son las gotas de agua que los aires acondicionados van botando mientras uno camina por las aceras de Buenos Aires. Qué refrescante. Listo, listo. Continuemos.
  • Entre los factores principales que consideraba en las personas al momento de que fuesen mis amigos estuvieron siempre el sentido del humor, la sinceridad y la constancia. Pero de un tiempo para acá está tomando bastante fuerza el hecho de que tenga una piscina (pileta) en su edificio. Creo que puedo obviar que tenga un humor de perros siempre y cuando me ofrezca un pozo de esos en verano.
  • Difícil cosa esta de los olores en verano. Una sola persona que no haya querido usar desodorante es suficiente para arruinar un viaje en colectivo de otras 20. Vamos, vamos, amigo. Toca pensar en el bienestar común. 
  • Lo pienso y lo pienso, pero no encuentro un plan dominguero más idóneo que un picnic en verano. Es el momento más relajado que mi cabecita puede concebir.

Bueno, con todo esto quisiera dejar claro que no estoy seguro qué tanto vaya a extrañar el verano. Es una extraña sensación de amor/odio que me despierta. Es parecida a... A... A la sensación que me genera el invierno cuando ya uno lleva dos meses seguidos de frío. O sea, a lo que voy es que está bueno esto de las estaciones. Es reconfortante saber que cuando ya te satura un tipo de clima habrá otro completamente opuesto a la vuelta de la esquina. Viniendo de un país tropical, esto fue, es y será siempre algo nuevo

Hasta aquí la entrada. Oficialmente he perdido dos horas de verano escribiendo estas palabras así que me toca salir a un parque a echarme en la grama sin hacer nada para recuperar el tiempo.

Pedro, el infiltrado

martes, 14 de febrero de 2012

Mi amigo extranjero ve cosas que yo no

Una de las cosas más gratificantes de este blog ha sido la receptividad de los lectores argentinos. Si bien estoy seguro de que el grueso de los que leen las crónicas del infiltrado son venezolanos, no pasa desapercibido el feedback de argentinos, todos insultándome y mandándome al diablo por meterme con su país. Miento. Por lo general es para comentarme que les dio risa cierta situación narrada o explicarme el porqué de algunas costumbres. Supongo que encontrarán en lo escrito cosas de su entorno que habían dado por sentadas o que quizás habían olvidado por estar sumergidos en sus rutinas. A mí me pasó eso ahora en enero. Vicky, mi novia, fue a visitar por una semana mi ciudad. Y con sólo pasearla por las calles por las que ya yo había transitado cientos de veces, logró que me volviese a encontrar con Caracas, de una manera que no había sentido desde hace mucho o quizás nunca.

Ocurre como cuando uno tiene una amiga que nunca vio con ojos de más de amigo. Y llega otro amigo y te dice: "oye, pero esa amiga tuya tiene lo suyo... Mira como camina y tal...". Y te pone a pensar y que: "oye, como que sí... ¿Cómo es que no lo vi?". Bueno, no lo viste porque estabas metido en la rutina, te quedaste pegado en sus chistecitos y en que te lleva a casa cuando estás borracho y dejaste a un lado que esta buena... Quizás no fue la mejor idea combinar esta analogía en una entrada en la que hablo de mi novia, pero ilustra bien lo que quiero así que bueno...


La ciudad en los ojos del otro...
El simbolismo de esta imagen es tan obvio que da asco.


Es por todo esto que se me ocurre proponer un movimiento. Se llamará "mi amigo extranjero ve cosas que yo no" (el nombre podría estar sujeto a cambios). Por una semana te encargarás de pasear a tu amigo por todos los sitios que hacen de tu ciudad un lugar particular. No, no... No quiere decir que lo lleves a los sitios turísticos. Eso lo puede hacer cualquier guía turístico. El gancho de esta campaña es que lo lleves a conocer los sitios que fueron especiales para ti en tu infancia, que sea tu socio en redescubrir lugares que por años no habías conocido... Olvida el autobús turístico... Móntalo en transporte público, en un vagón de subterráneo en hora pico. Es ahí donde se gesta la esencia de cada ciudad. En un viaje de autobús desde mi casa al centro de Caracas, Vicky y yo fuimos testigos de una discusión entre el chofer y una viejita mayor acerca del servicio del transporte. Por momentos se tornó política, por momentos fue tragicómica... Pero esa escena le describió a Vicky aspectos de nuestra idiosincracia que no hubiese podido descubrir de ninguna otra manera. Eso es valioso.

Caracas en foto... Tan tranquilita que te ves.. 
Como un niñito terremoto en una foto de carnet. Cualquiera cree.,,


"Mi amigo extranjero ve cosas que yo no" pretende acercarse a las ciudades en toda su sincera realidad. No a través de un maquillaje pasajero... Se que hay algunos sitios que Vicky seguro no conoció en su estadía allá. Una sola semana permite un turismo limitado. Pero sí me hace feliz que haya conocido de todo, desde este y de oeste, de centro y de periferia, de comer en restaurante costoso y de ensuciarse con un perro caliente de calle (y de disfrutar ambas por igual). Muchos amigos que nos habían visitado a Buenos Aires se habían encargado de pintar la imagen de una ciudad peligrosa, descuidada y caótica. Y sí, lo es. Pero no es sólo eso. Caracas es una ciudad de contrastes.  Contrastes muy marcados. Tiene un algo especial que un turista pasajero rara vez va a poder sentir en poco tiempo. Pero Vicky, en cierto grado, lo logró percibir. Eso está bueno, sí.

Entonces, ¿alguien se anota con el plan? Podemos cambiarle el nombre si no convence ese. Quizás podríamos ponerle las iniciales: el plan MAEVCQYN. O quizás podemos buscar algo que sea más pronunciable. Esto de poner los nombres definitivamente no es lo mío... Pero en su esencia, la acción es bonita. Créanme. Quizás alguno de ellos termina hasta montando un blog a partir de la experiencia. Quizás podemos franquiciar esto de las ciudades infiltradas... Quizás pueda empezar a cobrarles por los derechos de autor... Quizás me dejé llevar por mi avaricia en este párrafo. Quizás usé la palabra "quizás" ocho veces en siete líneas. Sí, es posible.

La semana que viene volvemos a encargarnos de lo que nos interesa: aquello de volver a infiltrar Buenos Aires, de una buena vez... Y dejemos a Caracas de un lado por un rato.

Pedro, el infiltrado



miércoles, 1 de febrero de 2012

Antes de volver a la rutina del infiltrado...

Ajá bueno, ya he vuelto a Buenos Aires, después de un mes y medio de visita en Venezuela. Pronto continuaré infiltrando esta ciudad, pero la entrada de hoy y la  siguiente van dedicadas a mis días en Caracas, aunque tiene mucho de Argentina también. Pensé en llamar estas dos entradas "visitando Caracas ahora que vivo en Buenos Aires pero sin dejar de pensar en Buenos Aires a pesar de que soy de Caracas"...  Pero era un poco largo.. Y tonto... Así que desistí. La de hoy trata acerca de las despedidas, la siguiente será acerca de reencontrarse con la ciudad de uno a través de los ojos de los demás... Suena intenso, ¿no?

Volviendo a la rutina del infiltrado...


En lo que va de mi vida porteña he viajado todos los diciembres a Caracas. Eso ya quedó claro aquí. Tres años seguidos de visitas, de comidas de mi madre, de reuniones familiares... De todo eso tan bonito de volver. Pero al llegar enero sale a relucir la otra cara de la moneda: con este último viaje ya van tres años seguidos de despedidas. Y eso sí que no está fácil. Siempre abrigo la esperanza de que cada vez será menos difícil que la vez anterior, pero hasta ahora no se ha cumplido. Por veces he querido implementar esa jugada un poco sucia, la de fugarme ese día de enero, sin decirle nada a nadie, con la satisfacción de llevarme sólo lo bonito de las vacaciones, cero lágrimas, cero trauma. Como un vaquero que nadie ve partir. Sí, sí, como un vaquero...


En vez de un caballo, un avión. En vez de una soga una maleta.
En vez de un adiós, una huida. En vez de una foto mía, una bajada de Google

Pero lo cierto es que hay algo de masoquista en mi naturaleza (y puedo apostar que en la naturaleza de muchas personas que están leyendo esto). Uno quiere vivir ese momento, esa despedida en la que te desean buena suerte, en la que te dicen que te van a extrañar. Uno disfruta ese nudo en la garganta. Es la única razón que puedo encontrar para haber realizado 5 despedidas en vez de una (la de la familia, la de los amigos de secundaria, la de los de la universidad, la cena con mi madre, el desayuno con mi padre),  Me gusta esa sensación, aunque también la aborrezco. Yo se que no soy el único. Si quieres no lo admitas en público, pero admítelo... Sabes que sí... Saaaaaabes que siiii....

Y cada año me digo lo mismo. "El tiempo vuela, cuando uno menos espera ya es diciembre de nuevo", me digo. No me lo creo, pero me lo digo y me lo repito. Y me cuesta sobreponerme a las despedidas. Me toma unos días recobrar mi estado de ánimo. Me consuela saber que tengo que buscar trabajo al llegar y que al conseguirlo quizás pueda ahorrar dinero. Y así no tener que esperar a diciembre para viajar sino poder tomar un avión en julio o agosto. Aunque, ahora que lo pienso, eso significaría dos bloques de despedidas este año...  Uy.. Mejor lo dejo en diciembre y ya...

Pedro, el infiltrado