lunes, 29 de diciembre de 2014

El primer diciembre en Buenos Aires

El planetario en navidad. El navidario pues


Voy camino a cumplir mi sexto año en esta ciudad ya. Por ahí principios de marzo será la fecha. Pero antes, mucho antes ocurrirá otro evento que ya arruiné por completo con el título de la entrada del blog: el primer diciembre en Buenos Aires. A ver para aclarar antes... Hace dos años pasé un 24 en Calafate y el pasado lo viví acá en la ciudad. Pero este año será el primer diciembre que paso integro en Buenos Aires, incluido año nuevo.

¿Y cómo es diciembre en esta ciudad? Pues lo ilustraré con algo que me ha sucedido unas cuantas veces en estos días. Caminas por una acera y escuchas salir de una tienda o un pasillo de un centro comercial una de esas cancionistas gringas navideñas a las que la televisión nos acostumbró a todos en esta época. Todas hablando del frío, del polo norte y de bolas de nieve. Let it snow, let it snow, let it snow, dicen los gringos. Y uno se entusiasma por unos segundos, el tiempo suficiente para caer en cuenta de que tu cuerpo entero está bañado en sudor y sientes que puedes encenderte en combustión en cualquier instante.

Esta foto me la tomaron hace unos días,
haciendo unas compras navideñas de último momento



Y es que la "época festiva" acá abajo coincide con el pegajoso verano porteño, difícil época para aquellos que no contamos con vacaciones colectivas como para sumergir nuestras penas en una playa en la costa. Los primeros años acá me llamaba la atención lo escasa decoración que le colocaban a Buenos Aires en navidad pero ya con el tiempo he entendido que esa percepción viene de

a) La preocupación en estos días es ver como demonios haces para refrescarte, nene... No hay tiempo para estar pensando en decorar cosas. Si tu quieres invertir las pocas neuronas que deja el calor en colgar unas luces de colores subido en una escalera, pues bien por tí. Pero... ¿no será mejor que te busques un amigo con una piscina/pileta o veas cómo haces para robarte un ventilador de un Falabella o una tienda de esas? Piénsalo, hermano. El tiempo es valioso.

b) Me parece que en Venezuela sobredecoramos todo un poco y cualquier otra navidad que veamos en el mundo nos va a parecer escueta.  No solo eso sino que comemos hayacas congeladas que si hasta julio, época en la que muchos ni siquiera han desmontado el arbolito y empezamos a escuchar gaitas que si en agosto. La navidad es una añoranza constante en mi país, el momento ideal para olvidar por un ratito los momentos jodidos que muchos pasan.


Estar lejos del país de uno en estos días no es cosa fácil. No tiene que ver con los decorados o ni nada de eso. Es por supuesto por todo aquello de los afectos y los seres queridos, de la familia, las cenas en conjunto, el faltancincopalasdoce, la salida con las maletas a la calle al sonar el campanazo, el circuito de producción de la hayaca en familia, el traguito de ponche crema.. Todo eso. Por fortuna con los años uno empieza a tener seres queridos acá también, muchos en la misma situación de extranjería. Y me siento feliz de poder contar con varios este 24 y este 31. Entre todos formaremos un fuerte grupo de autoayuda y una de esas rumbitas caseras con la que todos nos críamos.

Feliz navidad y prospero año nuevo a todos.

Pedro, el infiltrado

domingo, 13 de julio de 2014

Decime que se siente..

La verdad es que esto de estar en Buenos Aires en estos momentos locos que se están viviendo se siente bien. Muy bien. Es mi segundo mundial en este país y cabe decir que este en particular será una experiencia que no voy a olvidar nunca jamás. La euforia, la alegría desbordada en las calles, el fútbol como forma de catarsis de todos los problemas... Es jodido describírselo a quien no lo ha vivido. Ya va, una pausa para la canción del momento, para que el que aún no se la sabe se la aprenda en las próximas cinco horas:



Ajá.. Sigamos porque esta entrada es corta ya que tengo que ir saliendo a  juntarme con los panas en un ratito. Dejando florecer mi analista deportivo pues debo confesar que no creía mucho en esta selección. Hinchaba y gritaba los goles y todo, pero no imaginé que llegarían a donde están ahora. Incluso pensé que los eliminaban contra Holanda. Pero ya que confesé eso puedo confesar otra cosa más.. Y es que ahora creo. Creo un montón. Creo que contra Alemania será difícil la cosa, pero que sí se puede. No sé en realidad que tanto de esto tiene que ver con estar sumergido en esta olla de jolgorio y alegría. Pero creo que el raciocinio no tiene demasiado que ver con lo que va a pasar en unas horas. Messi, Mascherano, Romero y todos ellos se creen que pueden vencer a la maquinaria alemana. ¿Y quién soy yo para dudar de eso? Si hay algo que me ha enseñado esta experiencia es que los números y las cifras y los análisis están sobrevalorados. Porque a la hora de la chiquita, como decimos en Venezuela, el fútbol probablemente sea iguales porciones de estrategia y de pasión. Y aquí en estos momentos lo de la pasión al menos ya está cubierto..

¡Vamos Argentina!



Pedro, el infiltrado

lunes, 9 de junio de 2014

Better call Jorge

Felicitaciones a los que agarraron la referencia a Breaking Bad en el título. No hay premios, pero felicitaciones. La entrada de hoy es prácticamente un servicio a la comunidad. Busca saciar esa necesidad que todos nosotros extranjeros en Buenos Aires hemos querido saciar desde hace tiempo. Y esa necesidad es un taxista de confianza. 

Yo recuerdo muy bien el día que conocí a Jorge. Lo paré en la calle de regreso a casa con Vicky una madrugada, cuando a Jorge aún podía parársele en la calle (más acerca de esto un poco más adelante). Sí, recuerdo claramente la pulserita del Nacional de Medellín colgada en su retrovisor y el momento que nos dijo, justo antes de bajarnos, que hacía viajes al aeropuerto con precios especiales para venezolanos y colombianos. Nos dio una tarjeta y el resto es historia.

Ese es el taxi de Jorge. Cualquiera de esos 
porque aquí casi todos son igualitos

Su nombre (y su número telefónico) ha sido distribuido más que un menú chino en esta ciudad. Tengo un pana baterista al que Jorge le hace "un precio" por ayudarlo a llevar sus peroles por la ciudad. Tengo varios panas que han confiado en Jorge para mudanzas pequeñas. Incluso tengo un pana al que Jorge lo esperó con una camioneta mientras él robaba un banco con unos amigos. Esto es mentira. Pero es cierto que el tipo es la solución a una cantidad de problemas. Es como uno de los grandes secretos ocultos de la comunidad colombo-venezolana en la ciudad.  Todos probablemente estamos a tres o cuatro grados de separación del tipo. Además de que el tipo sabe un montón de nuestra culturas y es una buena conversa garantizada. La última vez que me monté en su taxi había envoltorios de Cocosette en el piso. Más confianza que eso no sé si es posible...


Para los que no lo conocen, esto es Cocosette. 
Golosina con sabor a... A coco pues, obviamente

Desde el día que lo conocí Jorge ha pasado a ser un miembro de mi familia. Conoce a mis padres, a mis suegros, a la mayoría de mis amigos que han venido a visitarme... Hemos pasado momentos de risa y un par de momentos difíciles (principalmente una ocasión en la que nos lanzamos hacia el aeropuerto de Ezeiza y la persona que íbamos a buscar llegaba por el aeropuerto de Aeroparque). Pero durante todo este tiempo sigue siendo la opción más confiable y económica que conozco. El precio es aún más económico considerando que suele ofrecer un gran precio si lo acompañas a buscar a tu ser querido que está por llegar. Como para que puedas vivir uno de esos momentos de aeropuerto de película gringa pavosa, con llanto y todo eso.

Si quieres saber más de Jorge avísame y te paso su teléfono. O pregúntale a alguno de tus amigos compatriotas que lo más seguro es que lo tenga ya agendado en su celular.

Pedro, el infiltrado


martes, 3 de junio de 2014

No solo de blog vive el hombre...

Dos maneras de hacer esto:

1) Me pongo a exponer excusas para justificar por qué me ausenté durante un año del blog.
2) La salida cara e' tabla, en la que hago como si no hubiese pasado ni una sola semana y reanudamos esta relación bloguero/lector que tanto bien nos hace a ambas partes.




La opción 2 entonces...


Pues ha llegado el momento de utilizar este blog para colaborar con una causa muy cercana a mi corazón... Y esa causa es conseguirme trabajo. Sí, yo sé, no es la más altruista de las causas. Pero bueno, por los momentos es la causa que más me quita el sueño. A finales del año pasado renuncié a un trabajo que me mantuvo económicamente a flote pero que, en paralelo, me iba mutilando una a una mis neuronas. Esa renuncia tuvo nombre y apellido: Desde Afuera. Y si bien estuvieron chévere mis minutitos de fama, ya ha llegado el momento de tocar piso y ver la manera de generar unos ingresos.

¿Que cómo puedes ayudarme, preguntas? Es muy sencillo. Yo te paso mi número de cuenta y me depositas lo que consideres apropiado. Miento. No hay que hacer eso. Es mucho más sencillo. Lo único que te toca hacer es estar pendiente de trabajos para guionistas, escritores, documentalistas o camarógrafos y, luego, pasarme el dato. Yo soy esas cosas y muchas cosas más. Puedo ser un hombro cuando estés triste también. O un ávido comensal si estás cuadrando una cena en casa. Todo eso puedo ser. Pero en lo laboral puedo ser una de esas cuatro cosas que mencioné primero.

También tengo un Linkedin y un Curriculum. Pero si estás leyendo esto voy a suponer que sabes quién soy, que probablemente ya sabes que sé hacer y que no me estarás enviando ofertas de empleo que si en la industria petrolera o como técnico en computación. Si quieres enviarlas, pues bien. Pero no te prometo que te haga quedar bien si me recomiendas en esos rubros, ¿eh?

Mi última incursión en la industria petrolera. 
Yo estoy allá al fondo dando explicaciones en mi traje azul


Mientras tanto no descanso, obviamente. Además de volver con las andanzas del infiltrado ando matando todos los tigres que se atraviesan en mi camino. Para los amigos argentinos que no conocen ese término, significa buscando changuita. Para los venezolanos que no conocen ese término, significa matando tigres. Y así sucesivamente...



El infiltrado is back...

Pedro, el infiltrado