Esto es una pizza argentina. Lo sé por el servilletero que dice Quilmes en el fondo. Perspicaz, ¿no? Pero no solo lo sé por eso. También lo sé porque es una típica pizza porteña. Se llama fugazzeta y tiene encima queso y cebolla. Más nada. A veces unas aceitunas enteras pero hasta ahí. Es un poco raro para un venezolano imaginarse una pizza sin salsa de tomate, pero uno se acostumbra. Y vale la pena acostumbrarse a esta. Es bien sabrosa la vaina. Deja un aliento de demonio, pero es sabrosa.
Las pizzas en Buenos Aires se tienden a dividir en dos tipos, muy ligados a las generaciones en las que se hicieron populares. Por un lado están las tradicionales, de corte grueso y pesado, con toppings clásicos como la ya mencionada fugazzeta, la de muzzarella o la de jamón y morrón (pimentón acá). Por el otro lado se encuentran las más fashion, de corte delgado y esbelto, que traen encima cosas como rúcula, panceta ahumada (tocineta acá) y jamon crudo. Las tradicionales tienen más cabida en barrios clásicos como San Telmo o Almagro. Las fashion caben mejor en sitios como la Recoleta o Palermo Soho. Pero no es una guerra territorial, es una guerra de ideas. Son filosofías de pizzas. Yo no tengo en realidad una preferia, pero me dejo llevar por mi estado de ánimo y la cantidad de dinero en mi cartera.
Un elemento genial de las pizzerías de acá es que te permiten pedir por porciones, algo que en pocos sitios se puede encontrar en mi país de origen. Esto es ideal para cuando se desea saciar un antojo, cuando se quiere probar que tal sabe cierto tipo de pizza o para cuando se está pelando bola y no alcanza para más. Algo muy típico de acá es pedir una porción de pizza junto a una porción de fainá. ¿Qué vaina es fainá? Pues es como una torta delgada hecha con harina de garbanzo. Y se come así...
Yo sé que es un poco raro, pero cuando te acostumbras es bastante bueno. En realidad este tema de las pizzas da para mucho, mucho, mucho material para escribir. Incluso tengo en desarrollo una crónica de una noche por Buenos Aires visitando las mejores pizzerías en busca de la mejor pizza de la ciudad. Eso se viene pronto. Por ahora vamos a los datos sueltos y me largo.
Dato suelto de la pizza 1: Sin extenderme mucho porque eso viene en la crónica ya mencionada, mi pizzería favorita es las cuartetas, por ahí por el centro. Aunque tengo una fascinación por la fugazzeta de El Cuartito, pero las cuartetas tiene algo especial en su modo de preparación que rara vez encuentro en otras.
Dato suelto de la pizza 2: Era común en antaño pedir pizza con moscato, una especie de vino dulcito. Eso me parece que ya no es muy común al menos de que seas taxista porteño, pero vale la pena probarlo.
Dato suelto de la pizza 3: Aquí no hay cadenas gringas de pizzas. Cero Dominos ni Pizza Hut ni Papa Johns.. Y eso está bien. Si algo han hecho esas cadenas es encarecer el precio de la pizza a niveles exagerados en Venezuela. Comerse una pizza se ha vuelto un lujo. Aquí en Buenos Aires es algo muy accesible. Como debe ser.
Pedro, el infiltrado
Hola! Pues yo no comí Pizza en el momento corto que estuve en la capital Argentina. Pero puedo decirte que en Colombia es algo parecido, los sabores de las pizza son algo diferentes, sobre todo porque tienen frutas a veces, no solo piña, si no duraznos o uvas pasas y cosas así. También las venden por slices y hasta domicilio de slices de pizza puedes pedir, es genial de verdad, y son muy economicas :)
ResponderEliminarMe ofrezco a probar pizzas contigo para la cronica (todo sea por comer pizzas aqui!!) la verdad son muy ricas tienen esa tradicion bien italiana, la pizza sabe a pizza (o sea, no como las cadenas americanas como tu dices, nada que ver es otra cosa)...a mi las cuartetas tambien me encanta pero te recomiendo la muzzarella de Los Inmortales (la de lavalle) es the cheesiest!!
ResponderEliminarMmm me has tentado, mañana que es jueves almorzaré pizza, sin duda, jeje, algun delivery en Palermo como para sugerir?
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