De las cosas que más disfruto de esta ciudad son las actividades culturales gratuitas. Para poner mi emoción en contexto lo dibujaré con una imagen: Tengo dos Pedros luchando constantemente en mí. Por un lado está el Pedro que se las da de bohemio, disfruta cine "artístico" en lenguas raras, le gustan los museos de arte contemporáneo, le entretiene conocer manifestaciones creativas de cualquier tipo siempre y cuando apunten a lo novedoso. Pero por otro lado hay un Pedro del cual no estoy muy orgulloso, el Pedro agarrado y que le cuesta un mundo gastar plata. Ese disfruta cinco veces más una comida cuando sabe que la va a poder pagar con descuentos, es capaz de pasar hasta cinco veces por muestras gratis de pasapalos y bebidas. No es ahorrativo, es más bien medio mezquino con la platita. Los dos Pedros están constantemente en pugna, pero han encontrado en Buenos Aires la posibilidad de convivir en un mismo cuerpo.
Aquí vieron gratis a Caetano Veloso, a Bajofondo Tango Club y a Fabulosos Cadillacs. Aquí se gozan anualmente la noche de los museos, de la que hablaré con más detenimiento en una próxima entrada. Y aquí están disfrutando actualmente de la semana del arte en Buenos Aires, un evento en el que abren las galerías de cada barrio por una noche, con djs, eventos especiales y, claro está, bebida y comidita gratis... ¿Ya? ¿Están contentos los dos Pedros? Bueno, a ver, dense las manos y no discutan más...
El miércoles fue el turno del circuito de Palermo. En resumen la pasamos bien bonito. En el primer sitio nos llenamos de cotufas (hablando de cotufas... Aquí les dicen pochoclos, en Colombia crispetas, más hacia el norte palomitas de maíz... Todos estamos de acuerdo en miles de palabras pero el maíz aireado por algún motivo nos exacerba el patriotismo...). En el segundo tomamos Red Bull y a partir de ahí fue pura champaña. Champaña de la buena. Me tomé como cinco copas, pero pude haberme tomado como diez. Sinceramente si me hubiese tomado todas las copas que me ofrecieron me hubiesen tenido que arrastrar de regreso a la casa. Por otro lado hubo buen arte, o por lo menos la champaña me hizo percibirlo como bueno... No, no, estoy casi seguro de que era bueno. Casi. De todo un poco: algo de diseño gráfico, algo de pinturas en óleo, algunas esculturas. Muy variado y muy bien organizado. ¿Mencioné lo de la champaña gratis?
Y muchos espectadores esnobistas y pretenciosos. La mayoría de ellos con sombreritos tontos que creen que les hacen ver cool y tal... Como este tonto:
Clase de sombrero, ¿no? Bueno, este soy yo en la exposición que más disfruté y que más expectativa le había puesto: la del caricaturista Liniers. Con el pasar de las últimas semanas me he vuelto un admirador ferviente del tipo. Si no lo conocen les cuento que su cuenta de twitter es de las que más risa me produce (@porliniers, a propósito), su comic Macanudo lo sigo todas las semanas en un periódico nacional y sus entrevistas dibujadas me parecen de las ideas más originales que he visto en mucho tiempo (aquí les dejo una que le hicieron a Les Luthiers, pero hay una a Jorge Drexler, a Ricardo Darin, etc... Entrevista a Les Luthiers). El tipo es un fenómeno. Su exposición de ayer eran todas obras que ha pintado durante un show que monta habitualmente con el músico Kevin Johansen. Liniers pinta, Johansen canta, todos somos felices (Clip del concierto). Además, terminé comprándome un libro de sus comics. Considerando que no había gastado nada en toda la noche, me pareció que podía invertir en algo. Tan agarrado no soy...
Bonita velada. A los que viven en Buenos Aires y lean esto a tiempo les recomiendo que asistan hoy a un recorrido similar en San Telmo y mañana en la Recoleta. Aquí el link: Semana del arte. A los que no viven en Buenos Aires, pues... Ja ja! No, mentira. Me queda por decirles que vengan a visitar, que la cosa está buena por acá en el sur. Los dos Pedros lo certifican.
Pedro, el infiltrado, el que se las da de bohemio y el agarrado.