lunes, 5 de septiembre de 2011

Pero a mí siempre me gustó Les Luthiers...

Muchos venezolanos idealizan Argentina. Algunos que conozco la idolatran como la cuna del rock latinoamericano que es. Pasaron su infancia y adolescencia coreando en sus habitaciones las canciones de Fito, de Charly, eran los primeros en fila cuando Soda tocaba en Venezuela y podían recitar al pelo la discografía de Calamaro. Venir a Buenos Aires, fue sólo la realización inevitable de ese camino. Yo nunca fui de esos. Los escuchaba. Me gustaba su música, sí. Pero el rock argentino no me despertó las pasiones desenfrenadas que se que a muchos les despierta.

Para otros fue el fútbol, para algunos fue más el tango... La verdad es que antes de venir a visitarla por primera vez, Argentina no me quitaba mucho el sueño. Aquellos que me conocen saben que la ciudad de mis sueños siempre fue Barcelona. Pero por motivos diversos terminé fue acá, infiltrando Buenos Aires y no la ciudad española. Así es la vida. Pero lo que también es cierto es que, por encima de todo lo demás, siempre me gustó Les Luthiers.


Este es el bolero de los celos, una de mis piezas favoritas de la agrupación. La pude presenciar en vivo el pasado viernes en una antología que actualmente están presentando en el teatro Gran Rex. En mi familia se ha escuchado Les Luthiers desde que yo era niño. Con mi tío Arturo comparto "Yogurtu Ungué", la historia de un tío y un sobrino de una tribu africana. Con mi primo Tinedo comparto "el sendero de Warren Sánchez", un sketch acerca de una secta religiosa que él montó junto al grupo de teatro de la parroquia a la que asiste. En líneas generales, el humor de Les Luthiers corre en mi familia de una manera u otra, incluso de forma inconsciente. Sus juegos de palabras y sus ocurrencias son parte de mi forma de ser. En mi Ipod tenía toda su discografía y la escuchaba durante las largas colas caraqueñas, para evitar que se me volase un tapón en mi cabeza y dejase el carro en plena autopista en hora pico. Me aprendí sus rutinas y aún así me reía cada vez que las escuchaba. Si alguna vez te ha pasado eso con algo, entonces me entiendes.

Esta es la segunda vez que los veo en Buenos Aires. Fue especialmente bonito compartir la experiencia con mi mamá y haberle podido brindar la entrada. Nos reímos como locos, incluso antes de que empezara la obra mientras explorábamos sentados los programitas de mano. Aquí una secuencia de cómo eran y de cómo se "usaban".

El programa por fuera:


El programa desplegado:


El programita en mi cara:


Y, de ñapa, mi madre (alias, la chata), payaseando con el programita:


Si alguna vez estás en Buenos Aires o si actualmente vives en Buenos Aires, o si eres de Buenos Aires, o cualquier otra variante posible ligada a tu relación con Buenos Aires, te recomiendo que vayas a ver Les Luthiers en vivo. Y dale pronto porque los tipos están viejos. Muy viejos. O sea, si en los videos que uno ve de ellos por ahí eran viejos, hay que agregarle a eso como 20 años más. Dinosaurios pues. Pero nunca pierden la gracia. Argentina es rock, tango y fútbol. Eso es verdad. Pero a mí, por encima de todo,   siempre me gustó Les Luthiers.

Pedro, el infiltrado.

5 comentarios:

  1. Esta buena tu reseña, creo que la más emotiva que has hecho desde que leo tu blog y es irónico porque se trataba de un tema de humor. Pero no importa, está muy buena y así la gente puede darse cuenta que eres un tipo con sentimientos, jeje.
    Ya le voy a recomendar a mi hermano que lea esta nota porque él es uno de los fanáticos de Les Luthiers.
    Un abrazo,

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  2. Las veces que jugamos Hattrick y nunca salió el tema de Les Luthiers.

    En mi caso supe de ellos hace como 5 años, por un email que rodó por internet, que irónicamente no tenía que ver con ellos.

    Como soy un fiebrúo, y a veces comprador compulsivo, conseguí casi todos los CD (creo que me faltarán 2, imposibles de conseguir, especialmente Cardoso en Gulevandia)), y sólo 1 DVD, el más reciente, Lutherapia.

    Ya que tocamos el tema, cómo podemos hacer para que me ayudes a adquirir este DVD, que según la página web de Les Luthiers sólo lo venden en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires?, justo al lado del puesto que está al final del pasillo donde venden los productos de autoayuda de Warren Sanchez.

    Saludos Pedro,
    Gracias a Gustavo por compartir esta información

    Edgar Eduardo Battistella

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  3. Está muy fina esta reseña. Les Luthiers también son parte de mi infancia. Yo los vi con mi familia aquí una vez en un show llamado "todo por-que-rías"; casi no me acuerdo de nada, fue hace mucho tiempo, pero me acuerdo del Maestro Mastro Piero y todos esos instrumentos que fabricaban, son geniales. Me encantaría verlos de nuevo.
    ¡Otro abrazote y chao-chau Che!

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  4. Qué risa. La ciudad de mis sueños siempre fue Buenos Aires pero, por motivos diversos, terminé infiltrando Barcelona... :)
    ¡Seguiré infiltrándome en tu blog, Pedrito!

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