Publicidad engañosa de la peor calaña. Seguramente al acceder a esta entrada supusiste que te encontrarías con un montón de fotos mías con toda la selección de fútbol venezolana, la misma que tantas alegrías me trajo durante su ya legendaria participación en la copa América (para muestra, un botón: Diez razones para amar a al vinotinto). Pero no... Esta entrada no es acerca de fútbol. Es más, no contiene ni siquiera fotos de un equipo, sino de un sólo jugador. Es más, cómo será de fraudulenta esta promoción que ni siquiera hay varias fotos, sino una sola.
Este sujeto es Greivis Vásquez y es el mejor jugador de basket venezolano en la actualidad. Para todos aquellos que no lo conocían, pues basta con decir que es el único jugador venezolano actualmente en la NBA y sólo el tercero en haber logrado llegar a esa categoría. Yo lo llamo afectuosamente Greivis Basket, sólo que él no lo sabe. Yo lo abordé al mejor estilo paparazzi a la salida de un encuentro de exhibición que jugo la selección venezolana en contra de la selección argentina en el Luna Park, aquí en Buenos Aires, todo en el marco de preparación para el preolímpico, que se juega actualmente en la ciudad de Mar del Plata. Ese encuentro al que asistí lamentablemente lo perdimos, pero tan sólo por 4 puntitos, un punto por cada venezolana que había en las gradas... Sí, sinceramente estábamos groseramente desequilibrados en cuanto a fanaticada.
Las entradas me las consiguió Jhanaly, una amiga que estudió conmigo en Caracas y ahora le maneja la prensa a la vinotinto basquetera. Además, me consiguió este encuentro incomodo con Greivis que sólo sonrió en el instante en que se disparó el flash. Quizás debió haber sido más simpático, considerando que no fui uno de esos chupamedias vendepatrias que se trató de tomar fotos con los jugadores de la selección argentina...
Ah... Cierto... Había olvidado esto... Bueno Greivis, ¿qué querías que hiciera? La verdad es que uno tiende a ponerse un poco bruto cuando alguien como Manu Ginobilli se encuentra a una distancia tan cerca como para tomarle una foto. Estoy especialmente orgulloso de la cara que puso Ginobilli en esta. Da la impresión de que justo después de que la foto se tomó, el tipo vino corriendo hacia mí, me arrancó el blackberry de la mano y lo reventó contra el piso mientras me gritaba insultos argentinos. Pero eso no pasó, así que tranquilos. Es más, me dio chance de tomar incluso una más
Esta es con Luis Scola, el iluminado. Parece una aparición en esta foto, un fantasma. La verdad es que el partido fue una experiencia única. Fue el primer partido de basket al que he asistido en toda mi vida a pesar de ser un seguidor de este deporte desde que era muy chico. Y lo viví en tercera fila, aupando a mi selección nacional y haciendo el ridículo tomándome fotos a distancia con los del otro equipo... Que joya..
Sólo queda desearle suerte a la vinotinto basquetera que, para el momento de escribir estas líneas, lleva un partido ganado y dos perdidos, pero ha demostrado buen juego.
Bueno, me voy ya que, como saben, mi mamá está por acá y me acaba de preguntar dónde guardamos el azúcar en la cocina.
Pedro, el infiltrado
Genial!! Totalmente engañada :p
ResponderEliminar¿cuál es el equivalente de INDEPABIS en Argentina? Mañana amaneces con una denuncia allá por publicidad fraudulenta, ¡¡¡no juegues así con las emociones de tu audiencia!!!! Te quedó muy fino este artículo. Ahora te toca hacer uno sobre el juego Argentina-Venezuela en Fútbol, fue particular esa ver esas barras brava de fanaticada argentina integrada por muchos Apu y Raj (Koothrapali)... Te mando un abrazototote y seguimos en contacto (en un rato te envío un mail algo bastante más completo, así que ten despejada tu bandeja de entrada, pues bien sabes que la brevedad no es una de mis virtudes literarias) ¡CHao-chau!
ResponderEliminarJajajjaja, caí por inocente! Eres un perverso
ResponderEliminarÉjele, demasiado bueno lo de Greivis Vásquez y su "simpatía electiva"; él sí sabe cuando sonreir a los fanáticos, jejeje.
ResponderEliminarYo tuve la suerte de verlo cuando estuve en Detroit a principios de año viendo un totalmente intrascendente juego entre los Pistons y los Grizzlies. Claro, en ese juego él no estaba cerca de ser la estrella. De hecho, hizo más faltas (4) que puntos (3) pero igual fue muy fina esa casualidad de ver al tercer venezolano en la NBA.
Saludos,