jueves, 8 de marzo de 2012

Mucho gusto, Teatro Colón

Era una cuenta pendiente, una espinita por sacarme. Tres años acá y no había podido entrar al Teatro Colón. Y el sábado pasado por fin sucedió: me convertí en el primer venezolano en la historia en entrar en tan prestigioso teatro. Bueno, exagero. Pero es que el Colón lo pone así a uno, como que uno se cree importante y tal. Poco importa que entré gratis y para presenciar un ensayo general. Ni que me vestí demasiado arreglado para un evento al que, por ser al mediodía, todos los demás asistieron en sandalias y pantalones cortos. Eso no es relevante. Por fin conocí el Colón y eso merece una entrada. Para conocer un poco de historia, el Colón fue inaugurado en 1908 y es uno de los teatros de ópera más importantes del mundo, principalmente por su asombrosa acústica, comparable a la Scala de Milán y la Ópera de París. Comparable por otras personas porque este que está escribiendo estas líneas no sabe ni un poquito de eso. En esta entrada hay muchas fotitos, todas cortesía de mi amiga Daniela, esa del blog Yo Nunca , casi hermano de este. Pronto habrá un jueguito divertido entre ambos blogs así que recomiendo que lo empiecen a seguir para que no se pierdan nada. Las fotos, pues.



 La vista del Colón si, en vez de sentarte, prefieres acostarte durante el concierto


Vicky y yo, infectados de Colon Fever

Y de todas las cosas posibles para ver, fui a ver tango, esa música que, aparentemente, es grande por acá por estas tierras (la próxima entrada viene dedicada al tango y a cómo lo he vivido por acá, así que pendientes de eso). Tocaba la orquesta de Horacio Salgán en la noche y habilitaron entradas gratis para el ensayo general para aquellos que, como yo, preferían tener algo que comer por las próximas dos semanas y por ende no irían al concierto en la noche. Salgán es un tipo importante por acá en el ámbito tanguero. Lo sé porque me lo han dicho, no crean que se demasiado del tema. Y su orquesta es de las mejores. Lo sé porque se llama La Orquesta de Horacio Salgán... Todo un detective que soy. Se viene una foto de mi espalda en el Colón... En 3, 2, 1...


No se nota pero estoy gritando: "¡Que viva Venezuela!"

Entrar a este sitio es una sensación asombrosa. Yo ya había sido testigo de su majestuosidad por fuera, cada vez que la veía por la ventana del colectivo o como un simple peatón. Incluso logré presenciar esto proyectado sobre su fachada durante los festejos del bicentenario, siempre preguntándome como sería por dentro. Y le decía a la gente que pasaba: "algún día tendré la dicha de entrar en ese sitio, señora, ¿oyo? Ya usted verá...". Y así fue. Nos sentamos en balcón y todo. La orquesta fue fascinante, la experiencia fue idónea. Hubo ovaciones y muchas risas, además del ambiente distendido que provocó la orquesta, consciente de que el verdadero show era en la noche. Todos los días hay visitas guíadas, pero si tienen la posibilidad de asistir a algún evento lo recomiendo altamente. Y si es gratis pues lo recomiendo aún más. Me despido con una imagen de la campaña "visitá el Colón" que acaba de lanzarse la pasada semana. No se a ustedes, pero a mí me gusto bastante.

Y sí... Visitá el Colón..

Pedro, el infiltrado

1 comentario:

  1. Grande Pedro!!! Me voy a la visita guiada, no creo tener la suerte de entrar gratis.

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