Buenos Aires: Infiltrado

• ¿Pensaban que ya no iba a seguir escribiendo en el blog y tal? Pues no. Semanas de parciales, estas por las que curso. No es fácil encontrar tiempo para actualizar esto en semanas asi. No exijan tanto de mi. No soy una máquina. No vivo de escribir esto. No me presionen. Soy sólo humano. ¿Crees que puedes llevar un blog mejor que yo? Ah bueno, crealo pues. Si eres tan bravo, crealo. ¡Te reto!
  

Ya pues... Disculpen. Sólo queria justificarme. Creo que me dejé llevar. No hagan ningún blog si no quieren. Sigan visitando el mio. No quise hacerlos molestar. Todos pasamos por momentos asi. Sí, todos. ¿Tu no y tal? Ah bueno, entonces dichoso tu. Un aplauso pa´ ti. Nojoda, ¡no voy a escribir nada si sigues asi!

• Hay una costumbre aqui bastante dificil de digerir. Supongamos que eres un hombre el que está leyendo estas líneas. Entonces estás en Buenos Aires y te dicen unos panas que vayan todos juntos al cumpleaños de un amigo argentino de ellos. Llegan a la casa del amigo argentino demasiado temprano (que a proposito el termino "demasiado temprano" puede ser cualquier hora previa a las dos de la mañana en esta ciudad). Te sientas. Te tomas una Quilmes. Todo va bien.

Llega otro invitado. Un argentino. Ves que saluda al cumpleañero. Se dan un beso en el cachete. Piensas que el beso sólo viene motivado por la alegría provocada por el día festivo. Se acerca a tí. Inclina su cabeza. Te da un beso en el cachete. No puedes ocultar tu expresión facial. Te incomoda. No estás acostumbrado a recibir besos de hombres que no sean tu papá. Te haces la idea de que es sólo una caso aislado. Que es sólo un sujeto con un fetiche por los cachetes masculinos.

Hasta que llega otro con el mismo gesto... Y otro... Y otro... Hasta que, despues de que quince tipos con barbas y candados te han besado, te das cuenta de que es algo cultural. Que aqui los tipos se saludan de beso y ya. Y te cuesta. Te toca tomar la decisión de besar o no a partir de ese entonces.

Yo por lo general permito ser besado por muy pocos. Es decir, dentro de la maestría no beso a nadie porque no pretendo pasar por esa incomodidad cinco dias a la semana, dos veces por día (saludo y despedida). Hay un chamo de la maestría que saluda de beso y por lo general termino saludandolo con una especia de abrazo/llave de lucha libre que bloquea por completo la posibilidad del beso pero no es tan cortante como un simple apretón de mano.

Este es el camino que yo elegi: no me siento comodo con chocar barbas con otra persona asi que limito ese gesto a casos inevitables. Creo que el punto clave en este tema fue imaginarme caer de lleno en esta costumbre hasta el punto que, al volver a Caracas, le fuese a dar un beso a un pana y me reventase un golpe por la nariz. Bien merecido. Sólo con esta imagen preferí mantener las distancias un tanto.

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Estas son imagenes de un concierto de Cafe Tacuba en Luna Park. No parece porque los tipos se ven como puras sombras en esa imagen. Pero confien en mi, es Cafe Tacuba. Aqui se ven conciertos todo el tiempo. Siempre vienen grupos famosos y a precios bastante costeables. En marzo vino Radiohead. En tres meses viene Depeche Mode. Iba a colocar aqui una referencia a cómo en Caracas nunca va nadie y tal, pero la verdad es que en el último año ha ido un gentío famoso pa mi ciudad. Desde KISS hasta Deep Purple y Carlos Santana. La diferencia es que aqui las entradas sos muchisimo más baratas. Por ende, mi cara de soñador alegre en la última foto.

• Esto que viene a continuación no es un video ocioso. Es un ejercicio de una materia llamada dirección. No es una obra de arte, pero creo que quedo bien. Las reglas para el trabajo eran que fuese un plano fijo que durase más de dos minutos. Debía tener además una introducción, un desarrollo y un desenlace. Además, debía tener varios planos desarrollándose simultáneamente y elementos de fuera del encuadre que interactuasen de alguna forma con los elementos adentro del cuadro.

Creo que use muchos términos extraños para algunos de los lectores pero espero que hayan entendido todo. Lo mas difícil era que la acción tenia que ser completamente documental. Es decir, nada de lo que sucediese en ella podía ser generado previamente por nosotros. Cero actores, cero escenografía predispuesta. No se si captaron todo, pero espero que entiendan que es bien jodido predecir todo lo que puede pasar en un plano durante mas de dos minutos sin la posibilidad de mover la cámara del trípode. Bueno, véanlo y díganme sus impresiones luego.

• Ya salió la nueva edición de la revista Sala de Espera de junio con el señor Leonardo Padrón en la portar. Lo entrevisté en un bar aquí en Buenos Aires mientras nos caiamos a birras, comíamos empanadas y hablabamos de mujeres. No mentira. Esa entrevista no la hice yo. Yo lo que hice fue la misma vaina de los diez personajes que hago siempre. Bueno, es lo que se hacer y lo seguiré haciendo hasta que me la acepten en la revista. En esta oportunidad son personajes del liceo venezolano. Para acceder a la revista haz click en la siguiente imagen y luego muevete hasta la pagina 68.
  

• Las palabras de la semana se las debo para dentro de unos días porque tengo que seguir estudiando. Sí, yo se que es la parte que más disfrutan y que generalmente no leen nada sino que van directamente al final apra ver las palabras, pero van a tener que esperar. Un fuerte abrazo para todos.

Pedro, el infiltrado